La pubertad en niños y niñas suele comenzar alrededor los ochos años, durante esta etapa algunos de los cambios comunes son el crecimiento de vellos, olores corporales, entre otros. Sin embargo, las niñas presentan cambios que solo las afectan a ellas. Ante esto, la ginecóloga Sara Minces explica que es crucial que la menor de edad y sus padres puedan conocer la mejor forma de abordar estas situaciones.
El paso a la pubertad es uno de los múltiples cambios que niñas viven a lo largo de su vida. Sin embargo, muchas veces esta etapa está marcada por la incertidumbre por parte de la infante o de las mamás, papás o cuidadores/as.
Según asegura la ginecóloga de la Clínica Bupa Reñaca, Sara Minces, es necesario que los padres y madres puedan estar preparados para abordar de la mejor manera esta etapa, para así tranquilizar y acompañar a las niñas, explicándoles lo que les está pasando y cómo continuará este proceso, ya que es un momento de muchos cambios y algunas lo pueden vivir con cierta preocupación o angustia.
La doctora explica que los principales cambios en la pubertad se pueden agrupar en dos categorías: "las que comparten tanto niñas como niños y dependen de la glándula suprarrenal, cambio de olor en la transpiración, el crecimiento de vellos en axilas y vello púbico, el crecimiento en estatura, el acné. Y las que son propias de las niñas y dependen de los ovarios''.
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De acuerdo a la ginecóloga, estos se pueden traducir en: el crecimiento del botón mamario, flujo vaginal amarillo o blanco que mancha la ropa interior, crecimiento de los labios vaginales y cambio de coloración de los mismos".
La experta añade que la pubertad se comienza a producir alrededor de los ocho años. Si es que se producen antes, lo ideal es consultar con un/a especialista de salud, para descartar cualquier problemática.
"Es importante saber que, aproximadamente dos años después del inicio de estos cambios, es cuando se produce la primera regla. Por lo tanto, debe llamar la atención y se debe consultar rápidamente cuando los cambios inician antes de los ocho años, cuando estos ocurren de forma acelerada o cuando se produce un sangrado vaginal (menstruación) antes de los 10 años de edad".
En esa línea, la experta aclara que es relevante consultar cuando hay signos de pubertad precoz, porque esto puede afectar el desarrollo psicológico de las niñas, pero además porque puede tener consecuencias en la estatura final, los huesos y otros aspectos del desarrollo.
"Por tal motivo, se sugiere que ante cualquier duda se consulte con un ginecólogo infanto juvenil o endocrinólogo. Si se detecta a tiempo, existen tratamientos con muy buenos resultados, que logran detener el desarrollo y postergarlo hasta la edad adecuada".