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Nutriología

¿Qué es la alimentación emocional y como enfrentarla?

El confinamiento, temor a contagiarse o inseguridad por no saber lo que está por venir son algunas de las preocupaciones de las personas que resulta en alimentación emocional o por estrés, situación que resulta aun mas preocupante tras estudio del Ministerio de Salud que reveló que más del 74% de los chilenos tiene problemas de peso.

Con frecuencia adolescentes y adultos consultan a especialistas por comer sin tener hambre real y de manera objetiva, relacionando este estado con cambios en los estados emocionales o afectivos denominándolo erróneamente "ansiedad" cuando en general esta experiencia conectada con las emociones negativas se denomina "Alimentación Emocional".

Según la Dra. Verónica Marín, Nutrióloga de Clínica Bupa Reñaca, las causas que llevan a comer sin hambre pueden ser múltiples, una muy frecuente tiene más relación con el ambiente y circunstancias, por ejemplo, el aburrimiento u otro tipo de actividades que la persona asocia a comer: ver una película y comer, estudiar y comer, etc. También se relaciona con mayor disponibilidad de alimentos muy apetecibles, en que se come sin hambre por la presentación atractiva de la comida u olores irresistibles, estos casos no tienen relación con emociones negativas o estrés psicológico.

En otros casos, sin embargo, la alimentación puede relacionarse con Alimentación Emocional o Comer por Estrés en los que se ingiere alimento para tener alivio psicológico, en respuesta a estados emocionales negativos como preocupación, inseguridad, miedo o tensión. También puede asociarse con comer compulsivamente, lo que corresponde a patrones de alimentación en que se ingiere gran cantidad de calorías en corto tiempo y con una experiencia de pérdida de control sobre el comer.

Estrés y alimentación a causa de la pandemia

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Vivimos desde hace un año en este contexto estresante. Comer por estrés durante la pandemia ha sido parte de la vida de muchos adultos y niños. Se come como una forma de alivianar, disminuir y manejar estados emocionales negativos. Sin embargo, también se relaciona con un ambiente de mayor disponibilidad de comida en el que cocinamos muchos más alimentos que antes sólo comíamos en forma ocasional.

En relación a lo anterior la Dra. Marín agrega "Si bien se han señalado algunas conductas útiles para manejar las experiencias negativas como son mantenerse conectado con buenas relaciones interpersonales, vivir más el aquí y el ahora, o preocuparse de tener experiencias positivas en el momento actual, más que sufrir por lo que pasó o va a suceder, otros enfoques basados en la experiencia clínica nos animan a incluir mayor disponibilidad de alimentos sanos y beneficiosos, menos tiempos de pantallas, más comidas caseras y familiares, y conversaciones sobre el peso, la figura y la dieta que puedan promover una imagen corporal saludable."

Es importante destacar que la atención debe centrarse en un estilo de vida saludable más que en el peso. La información disponible sugiere que la prevención y el tratamiento de la obesidad, realizados correctamente, estructurada y administrada profesionalmente, se asocia con una reducción de la prevalencia, el riesgo y los síntomas de Trastornos Alimentarios, por lo que es siempre muy importante asesorarse por un profesional.